El cuerpo de una mujer de 83 años fue hallado en la ciudad de Stinnett, del condado de Hutchinson, según informó Deidra Thomas, portavoz de Manejo de Emergencias del el área.
Una persona falleció en las últimas horas en uno de los mayores incendios forestales en la historia de Texas, con un foco especialmente intenso en el norte del estado donde los bomberos trabajan para combatir la situación, y con alrededor de 509.500 hectáreas arrasadas.
Según el último reporte del Servicio Forestal de Texas, contabilizó un total de 509.500 hectáreas consumidas, con el mayor foco denominado Smokehouse Creek, que arrasa con unas 435.000 hectáreas y solo estaba contenido en un “3%” de su extensión, afectando una parte del vecino estado de Oklahoma.
A la vez, cinco incendios aún permanecían “activos”, localizados en la parte septentrional de este estado en el extremo sur de los Estados Unidos mientras que otros 18 siniestros, en el norte, noreste y este de Texas estaban contenidos (aún ardiendo pero sin avanzar), totalizando 23.
El cuerpo de una mujer de 83 años fue hallado en la ciudad de Stinnett, del condado de Hutchinson, según informó Deidra Thomas, portavoz de Manejo de Emergencias del el área.
Los incendios activos golpean la zona conocida como Panhandle (mango de sartén, en español), bautizada así debido a la forma que tiene en el mapa esta área cuadrada en la parte superior de Texas.
Se trata del mayor incendio forestal registrado en la historia de este estado, superando a uno denominado East Amarillo Complex, que en marzo de 2006 acabó con 371.000 hectáreas, según cifras oficiales.
Canadian, otra de las ciudades cercanas al mayor incendio, tuvo varias áreas afectadas, aunque la población en riesgo ya había sido evacuada el martes.
Su alcalde, Terrill Bartlett, dijo que no había nadie “gravemente herido” y explicó: “Nadie perdió la vida, pero algunas casas se quemaron”.
Durante la noche del martes, la principal fábrica de armamento nuclear de Estados Unidos, Pantex, situada en las cercanías de una de las zonas afectadas, debió interrumpir temporalmente sus actividades y reanudó el miércoles sus labores normalmente, sin estar bajo amenaza según detalló la propia empresa.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, informó que el presidente Joe Biden estaba recibiendo información actualizada de la situación y que estaban en contacto con el personal en primera línea.
Por su parte, la ciudad de Fritch, también en el área, permanecía sin electricidad ni agua y las autoridades instaban a la población a permanecer en refugios.
“Algunas de las casas todavía arden. Hay áreas donde puede que no haya fuego activo, pero las propiedades están dañadas y simplemente no podemos dejarles entrar allí. También hay esfuerzos en curso de búsqueda y rescate”, dijo la portavoz Thomas.
Greg Abbott, gobernador de Texas, había anunciado el martes último una declaración de desastre natural para 60 condados, con lo cual se desbloquean recursos para combatir los incendios.